Entrar al programa de diseño de modas de la Universidad Manuela Beltrán (UMB) no es una decisión que se toma a la ligera. Para quienes desean emprender un camino profesional, tal como lo han hecho creativos de la industria desde muy jóvenes, este es un lugar que puede ofrecer herramientas que los motivará a partir del ensayo, y es esto de lo que se ha tratado a partir de su primer evento en 2013.
Cuando la carrera tomó forma por primera vez ese año, la idea de enseñar más allá de los parámetros del sistema educativo tradicional se evidenció como “Bucaramanga Diseña`. El desfile se ha realizado con el objetivo de premiar a ocho diseñadores, uno por cada semestre, al tiempo que se destacan por la complejidad y la técnica de sus obras. Para 2017, gracias a la acogida de los estudiantes así como de los invitados, se transformó en ´Santander Diseña`.
En el momento que se da por terminado uno de sus shows, el equipo, conformado por profesores, estudiantes y directivos, comienza a planear la próxima edición teniendo en cuenta los lugares más adecuados en la ciudad y el presupuesto actual. María Camila Amaya es docente de la UMB y egresada de la promoción que fundó la institución. Para ella, “desde aquel tiempo el enfoque ya era notorio en cuanto a otros programas del país, siempre tuvimos la oportunidad de vivir experiencias reales aún cuando apenas iniciábamos y desde aquel entonces el emprendimiento y la formación de marca propia siempre ha estado presente”, narra.
Llegando a participar en eventos de moda similares, algunos alumnos son elegidos para representar a sus compañeros y mediante un tema general dividen cada colección. Esta vez y como parte del evento oficial para el primer semestre del 2023, el tópico principal fue ´Arte`.
De aproximadamente 100 estudiantes, 78 integraron la edición No.21 de Santander Diseña, que tuvo lugar en el Centro de Convenciones Neomundo. Incorporando a la consultora de moda Natalia Mendoza, al profesor de la UAM (Universidad Autónoma de Manizales) Alejandro Jiménez Salgado y al famoso diseñador Christian Colorado, como jurados.
Teniendo en cuenta el macrotema planteado y la coherencia que se haya logrado a través de las prendas que se percibieron esa tarde, una por una tuvo que pasar por modificaciones y mejoras para su muestra final semanas antes.
Sara Sáchica cursa primer semestre y fue la ganadora de su grupo, pero menciona que el proceso que conlleva tener listo un outfit puede llegar a ser una situación de estrés e incertidumbre horas y minutos antes de salir. “A nosotros nos dan dos meses, en esos dos meses debemos hacer el traje y sustentarlo con toda la academia, después nos dan dos semanas y ya ocurre el evento. Yo realmente no sabía por dónde empezar, ya que no tenía ni idea de cómo hacerlo porque todo en papel se ve muy lindo y es muy fácil, pero a la hora de darle vida es muy complicado”, explica, agregando que tuvo problemas con las piezas que harían parte de su vestido. Tanto así, que se vio obligada a cambiar los materiales de la falda 24 horas antes de exponer en la institución y armar el tocado desde el pasillo del recinto minutos antes de que su semestre iniciara el show.
“Algo muy importante también es la modelo que lo usa, porque ellas son las que realmente le dan vida a ese traje. De nada me sirve tener un vestido divino y que mi modelo se sienta súper mal o que no lo luzca con la fuerza que debería hacerlo. El mundo de la moda es medio masoquista, pero es fascinante, cada parte tanto de mi traje como de la logística fue increíble, y el trabajo en equipo de todos fue lo que hizo que el evento surgiera de esa manera tan impresionante”, añade.
La Universidad Manuela Beltrán no solo se basa en permitir el desarrollo del talento estudiantil, que va progresando a medida que avanzan en su carrera, sino que intenta atraer a los ciudadanos a través de charlas con expertos y pasarelas de marcas formadas por egresados cuyos nombres ya pertenecen a la lista de moda local.
Una década después su progreso se siente, sin embargo, Camila comenta que hace falta medir cuáles campos siguen sin abordarse y así llegar a competir con ferias de talla nacional. “Cada edición busca vincular más agentes externos, la invitación de profesionales del área o afines es parte fundamental para nutrir este crecimiento y actualmente la presencia en medios digitales también implementados y manejados por parte de los estudiosos ha generado mayor visibilidad del evento. También nos asociamos con otras universidades como la UAM, o escuelas de diseño de México, donde nos acompañan y hacen parte del ejercicio académico”, agrega.
En esta oportunidad, Christian Colorado fue el diseñador nacional designado para contribuir en el marco del evento y encaminar a quienes desean pertenecer al universo de la costura y el diseño a través de su experiencia. La cual, comienza en la primera década del siglo 21, donde transformó cada proyecto trabajado en una forma de encontrar su estilo e independizarse, lanzando una marca con su nombre a los 26 años. El estilo atrevido y roquero con el que Christian describe al hombre y la mujer que viste pudo ayudar a los asistentes a su charla a encontrar inspiración por medio de elementos que logren caracterizar y destacar sus creaciones. En su caso, el uso del color negro y las mallas son un componente primordial para cada colección.
Una vez Santander Diseña y la UMB decidieron apoyar la moda del departamento, aparecieron ideas frescas y productos que rebasan las necesidades básicas del consumidor. Creando soluciones para el comprador actual e implementando en sus alumnos la oportunidad de darse a conocer en este medio, que generación tras generación, va a tener más tela por cortar.