Hace unas semanas nuestra capital reunía en el Centro de Convenciones Ágora, por séptima ocasión, a más de 18 mil personas con un interés en común, entender cómo se mueve y hacia dónde se inclinará la moda colombiana en relación a ventas, procesos sostenibles, o aportes a la cultura. Desde la mirada de expertos en espacios adaptados para captar la atención de cada uno de sus visitantes, los 3 días destinados para la Semana de la Moda de Bogotá recopiló la esencia de los más experimentados con el anhelo de quienes apenas están comenzando.
El arte escénico homenajeó a la diseñadora Olga Piedrahita durante la inauguración de este evento, ya que según sus propias palabras “todas las formas de cultura hacen parte del ADN” de la marca desde su inicio 30 años atrás. Contando también en algunos momentos con la presencia de otros creativos como Diego Guarnizo, Danielle Lafaurie, Le`Zapatiere, entre otros.
Si bien notamos qué, donde tuvo lugar este show, la danza, las faldas de cumbia y las comunidades indígenas reflejaban tal pluralidad que sabíamos serían encontrados próximamente en los espacios designados por la feria, uno de los componentes que obtuvo todas las aprobaciones fue Puente, el cual conectó a 9 empresarios del barrio San Victorino por medio de un desfile llamado ‘El Madrugón’. Utilizando denim como material estrella en estas colecciones cápsula, así como ruanas con estampados más retro, cada firma elegida agregó elementos que se diferenciaban entre sí y nos relataban pequeñas historias sobre su diario vivir en el centro de la ciudad.
Por otra parte, las expectativas de negocio de las 110 marcas participantes se posicionaron por arriba de los 8 millones de dólares, mientras zonas dedicadas a la adquisición al detal como la Tienda Multimarca tuvo ganancias de 445 millones de pesos. Siendo el área que demostró un aumento del 69% respecto a 2023. Asimismo, Wholesale se encargó de reunir aquellas empresas igualmente asesoradas y dispuestas a cumplir con las expectativas de compradores provenientes del exterior a través de Rueda de Negocios.
Aunque, al menos para esta autora, fue la variedad de temas en los conversatorios lo que generó emoción y cientos de dudas alrededor de 5 franjas relacionadas a nuevas tecnologías, distintos enfoques sociales o económicos, identidad y patrimonio, comercialización, y especialistas con trayectoria en el sistema moda. Incluyendo además la participación de figuras fuera del sector, pero muy importantes para nuestra contemporaneidad, como la bióloga Brigitte Baptiste, Crispín Izquierdo, Mamo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta, o la escritora Pilar Quintana. Argumentando el significado de nutrir a la inteligencia artificial desde un punto de vista global, seguro y responsable, tal como salir de los cánones impuestos a la hora de crear ciertas narrativas.
Y es que hablando de charlas con conocimiento, Café & Libros fue la más reciente propuesta del Bogotá Fashion Week, ubicado junto al pabellón Conversaciones. Librería Lerner atendió el llamado de la curadora y fundadora de Silla Verde, Rocío Hoffman, para aglomerar las mejores ediciones literarias orientadas a la ficción y la historia de la moda pero también a otros géneros tales como el cambio climático en un espacio ameno de lectura y buena comida, debatiendo incluso con los autores invitados.
Llega la noche, y con ella, las pasarelas se preparan para entrar en mood Semana de la Moda. Por ende, la mayoría de diseñadores debe tener claro cuál será la dirección más eficaz en su show a fin de que el público encuentre una o más piezas que predominen en su colección.
Con una perspectiva estacional, Andrea Landa exhibió prendas holgadas en tejidos que solo nos hacen pensar lo bien que hubieran lucido durante la entrega cinematográfica Dune. ‘Sahara’, el nombre de esta serie de atuendos, aparte de exhibir un futuro desértico, mostró el poder del cuero y los usos que puede dársele en ambientes menos áridos.
Siguiendo también técnicas artesanales con fibras naturales, ‘Dannza’ de Palma Canaria, propuso vestidos y diseños de 2 piezas casi pegados a la silueta, esta vez, haciendo uso de colores en tonos satinados fuertes e inspirados en el trópico. Las diseñadoras Mónica y Juliana (madre e hija) añadieron terminaciones livianas traducidas en flecos, sin olvidar sus detalles trenzados en forma de rombo. Pensados sin duda en esas noches cuya comodidad y protagonismo son necesarios.
Abrigos hasta el suelo y ruanas con largos disparejos nos dejó Tejidos Rebancá con ‘Un tiempo para florecer’. Iniciando, 10 maestros y aprendices hilanderos realizaron una demostración de su trabajo en escena, hasta que los asistentes evidenciaron el resultado del esfuerzo detrás del hilo boyacense. Sugiriendo la posibilidad de seguir innovando a partir del trabajo a mano tradicional, al igual que de un estilo disruptivo que quiere representar la vestimenta del campo en un formato muy original.
Acostumbrados a ver nombres como Alejandro Crocker liderando movimientos en pro de ser libres con nuestra identidad al eliminar toda clase de etiquetas mediante la vestimenta, la intención del modisto venezolano siempre evoluciona y gira en torno a evitar que cualquier tipo de tela o material termine en la basura. Gracias a ello, ‘Ficción de un Traje’ se ha basado en aprovechar recursos tan importantes como el denim reciclado, trayendo looks con mensajes ocultos esenciales para la vida y la visión en la moda que hoy conocemos, e incorporando algunas letras que le comunican al entorno la belleza de la reinvención.
No podíamos terminar esta lista de desfiles favoritos sin resaltar las presentaciones de Laura Aparicio y Alado. Ambas estéticamente diferentes, pero con una identidad que se ha ido marcando en el tiempo y va adhiriéndose a su público debido al buen uso de las tendencias. En el caso de Laura Aparicio, destacamos los contrastes de las telas gruesas tornasol con grandes bolsillos frente a prendas de caídas sueltas al puro estilo vaquero y de los llanos. Referente a Alado, quien hizo una clara oda a la región caribe, sumó diversos trajes, tonalidades pastel y patrones pintados a mano con la fantasiosa y muy diversa interpretación de la felicidad con que estos pueblos habitan.
Solidificando y reforzando lazos dentro de la industria, más allá del talento que sabemos está presente durante y fuera de las pasarelas, Bogotá Fashion Week continuará su labor de acompañamiento, priorizando y teniendo en cuenta a esos agentes del cambio que hasta hace poco permanecían alejados de este mundo, cuando son ellos los que juegan uno de los papeles más grandes en este ecosistema.
Finalmente percibimos qué, en efecto, nuevas adiciones eran fundamentales para atraer a quienes hacían falta por ser escuchados. Inclusive, a quienes llegaron este 2024 con la intención de oír sobre temáticas opuestas a la moda, descubriendo que siempre ha sido una muy valiosa y constante fracción de ellas.
Solo queda una interrogante; ¿Seguiremos viendo transformaciones significativas en el próximo BFW?